lunes, 14 de julio de 2014

Enfermedad y Dolor en el anciano

Enfermedad y dolor en el anciano

La percepción del dolor en estos casos esta modulada por la respuesta neurofisiológica del S.N.C, así como por el equilibrio socioeconómico, es decir, la circunstancia social, religiosa, económica y cultural que vive la persona. De manera tal, que aun cuando la nocicepción esta disminuida, como lo refieren  los autores que califican está limitada capacidad como presbialgesia, las vivencias emocionales en tales pacientes modifican cada caso; en tanto en algunos se modulan y disminuyen las sensaciones, en otros casos esas experiencias incrementan el sufrimiento.



Aparentemente, la experiencia dolorosa, influenciada por factores emocionales como miedo, ansiedad, frustración y depresión es mayor en paciente de más de 60 años.
Otra situación que ha de tomarse en cuanta en los ancianos es su dificultad para la expresión del dolor, la incomunicación que propicia la hipoacusia es solo una de las limitaciones, otras más se deben a las siguientes razones:
·         Evitar dar molestias a la familia o a su médico.
·         Incapacidad para expresarse por limitaciones auditivas, de lenguaje o cognoscitivas.
·         Miedo al dolor, al diagnóstico de la enfermedad y a la muerte.
·         Rechazo a tomar medicamentos, especialmente “drogas”.
·         Suponer que el dolor es parte del envejecimiento
.
Todas las circunstancias mencionadas disminuyen la competencia de los pacientes ancianos y esta incapacidad provoca temor e inseguridad.


Las causas más frecuentes de dolor en el anciano son las provocadas por el cáncer, daño musculoesquelético y problemas isquémicos por enfermedad vascular periférica. Mientras que la migraña, la cefalea tensional y la gastritis dejan de ser problemas conforme avanza la edad, la osteoartritis, la fractura de cadera y el herpes zóster se presenta  con más frecuencia en el paciente después de los 65 años.

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