No hay un único modelo de actitud que propone ante la muerte
para que esta sea vivida de forma humana y digna.
Hoy se empieza a hablar de “vivir la propia muerte”. Propondremos una muerte apropiada, distinta a
la muerte eludida, negada, buscada o absurda.
D. J. Roy ha sintetizado las condiciones esenciales del
morir con dignidad de la siguiente manera:
1.
Morir sin el estrépito frenético de una
tecnología puesta en juego para otorgar al moribundo algunas horas
suplementarias de vida biológica.
2.
Morir sin dolores atroces que monopolicen toda
la energía y la conciencia del moribundo.
3.
Morir en un entorno digno del ser humano y
propio de lo que podría ser vivir su hora más hermosa.
4.
Morir manteniendo con las personas cercanas
contactos humanos sencillos y enriquecedores.
5.
Morir como un acto consciente de quien es capaz
de realizar el difícil ars moriendi.
6.
Morir con los ojos abiertos, dando la cara
valientemente y aceptando lo que llega.
7.
Morir con un espíritu abierto, aceptando que
muchos interrogatorios que la vida ha abierto quedan sin respuesta.
8.
Morir con el corazón abierto, es decir, con la
preocupación del bienestar de los que quedan en vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario