Como informar al enfermo de su gravedad.
También el enfermo puede fingir
no saberlo, en un intento de proteger a sus seres queridos. Como en el caso de
Luis, un hombre de 50 años que se está muriendo de un cáncer de pulmón y,
recientemente nos dijo con gran serenidad- “a
mi mujer hay que ir diciéndoselo poco a poco”-.
Una vez que sabemos lo que sabe,
deberemos averiguar qué quiere saber, mediante preguntas directas y en tono
respetuoso, ¿quiere saber algo más? Si
su respuesta es negativa deberemos respetarla y mostrar nuestra disponibilidad
en el futuro. Si en cambio es afirmativa, deberemos evitar la confrontación
brusca, y tender hacia lo que ahora se llama “verdad soportable”.
Cada persona tiene que decidir
cuanta verdad puede soportar.
Si el enfermo nos dice algo así
como –“creo que me voy a morir”-,
deberemos averiguar que nos quiere decir con eso, ¿Qué le hace pensar eso?, puede ser una buena respuesta. Nunca
olvidamos la escucha empática y la enorme importancia de la comunicación no
verbal.
El lenguaje debe adecuarse a las
características de cada paciente (edad, nivel cultural, capacidad de
comprensión). Debe ser un lenguaje comprensible y soportable en su contenido,
trasmitiéndose de forma gradual y con tacto. Deberemos evitar lo mecánico y
estereotipado. La comunicación deberá ser clara, simple (que no de lugar a la
confusión) y continuada.
Informar al paciente que mal
diagnostico o pronostico no es un único acto, sino más bien un proceso. No
debemos olvidar que en una situación de estrés, la información que puede
asimilar una persona no es completa, sino que queda muy reducida, por lo tanto
los mensajes que se trasmitan deberán ser breves. No es bueno dar mucha
información un mismo día, ya que el paciente no captará toda y es posible que
mezcle cosas y se confunda.
La información deberá ser siempre
verdadera, no mentir nunca al paciente, ni afirmar algo que no se está seguro.
Si no te sientes capaz de decirle la verdad, al menos no le engañes, buscar el
equilibrio entre no decir la verdad pero no engañar.
Un aspecto que me parece de gran
importancia es el contexto ambiental en el que se le informa a los pacientes
o/y seres queridos de la gravedad de la situación. Demasiadas veces se hace en
un pasillo de un centro hospitalario, de mala manera, sin intimidad, expuesto a
las miradas de otras gentes. Es importante preservar la privacidad y
confidencialidad. Es bueno disponer de tiempo, sentarse al lado del enfermo o
de la familia, aparecer relajado, sin prisas, sin aparentar temores, en un
ambiente distendido.
continuara....
continuara....
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