jueves, 29 de enero de 2015


BURN–OUT Y DESGASTE POR EMPATÍA EN PROFESIONALES DE CUIDADOS PALIATIVOS

Mª Patricia Acinas Psicóloga  

Cuando se trabaja con seres humanos, y más concretamente con el sufrimiento humano, especialmente en momentos cercanos a la muerte, este tipo de manifestaciones son más frecuentes y más evidentes. El malestar sufrido por profesionales o trabajadores involucrados en el manejo de situaciones altamente estresantes, emocionalmente demandantes y/o traumatizantes a nivel secundario (trabajo con pacientes terminales, con víctimas de violencia y/o abuso, con afectados por catástrofes, con personas en situaciones límite...), puede identificarse con diferentes términos: Desgaste por Empatía (Compassion Fatigue), Traumatización Vicaria o Estrés Traumático Secundario. 

Además del trabajo específico con el paciente y la familia en cuidados paliativos (oncológicos y no oncológicos), hay una serie de variables añadidas en el medio hospitalario que contribuyen a la aparición del fenómeno del Burn-Out en personal sanitario de estas unidades . Esto podría explicar el creciente porcentaje de absentismo laboral (superior a otros sectores de actividad), que incluye bajas por depresión, dolores musculares, enfermedades psicosomáticas. 
En ocasiones, establecer una comunicación fluida con el paciente de cuidados paliativos y su familia es difícil, y el personal sanitario debe esforzarse y poner en marcha estrategias que suponen un coste psicológico extra que puede alterar su equilibrio emocional. Los hombres y mujeres con profesion encaminada al cuidado del ser humano y la dedicación por mejorar la salud de los mismos, fracasan en proteger la de ellos.
El Desgaste por Empatía se relaciona con el esquema cognitivo del profesional (su moral o percepción del contexto social e interpersonal). 

Hay un costo en cuidar, que puede producir alto deterioro de sus funciones laborales, sociales y familiares. Los profesionales que escuchan las historias de los clientes de miedo, pena, sufrimiento y cuidados prolongados de su ser querido pueden sentir un miedo, pena y sufrimiento similar porque cuidan. Algunas veces sienten que pierden su sentido del yo, más acusado entre los terapeutas más eficientes. Quienes trabajan en un hospital de cuidados paliativos pueden tener una visión sesgada de la realidad (pensar que todas las personas mayores están enfermas o se mueren a edades tempranas, sin pensar que hay personas muy mayores en buen estado de salud). Quienes tienen una enorme capacidad para sentir y expresar empatía tienden a tener mayor riesgo de estrés de compasión y tienen dificultad para pedir ayuda, o consultar con un colega.
A continuación se describen una serie de factores etiológicos que contribuyen al desarrollo del desgaste psíquico:
 - Presión asistencial excesiva, unida a la escasez de personal. 
- Trabajo a turnos.
- Gran responsabilidad en la toma de decisiones. 
- Escaso reconocimiento por parte de la organización.
-Contacto continuo con la enfermedad, el dolor y la muerte. 
- Usuarios que presentan muchos problemas y complejos.
 - Poca o nula formación para el manejo de aspectos emocionales de la persona que sufre y muere.
 - Dificultades de comunicación con pacientes (temas difíciles, delicados, malas noticias, falta de respuestas), y compañeros de trabajo. 
- Dificultades propias de trabajo en equipo y disciplina común. 
- Diferencia de valores y percepciones. 
- Sentimientos de desposeimiento, pérdida de identidad por solapamiento de roles. 
- Necesidad de compartir del poder y de adherirse a un proyecto común. 
- Ralentización y falta de autonomía en la toma de decisiones. 
- Exigencia de tiempo y de disponibilidad.  

CONCLUSIÓN

Es necesario ayudar a los profesionales a reconocer su vulnerabilidad y a afrontar de forma efectiva y saludable el coste de atender a las víctimas /pacientes, para prevenir el Desgaste por Empatía, y otras consecuencias profesionales. Con el objetivo de mejorar el afrontamiento de los profesionales, resulta primordial trabajar tres aspectos fundamentales: 

 Conexión con otros, desarrollar una comunidad terapéutica personal.
  Psico-Educación de los profesionales para identificar y desarrollar recursos nutritivos de apoyo y enriquecimiento. 
 Autocuidado en el trabajo y en la vida personal.

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